1973.- La cueva de Chufín. Un plano apócrifo.


LAS PINTURAS Y GRABADOS RUPESTRES DE LA CUEVA DE CHUFÍN. RICLONES (SANTANDER)
Autor: Martín Almagro
Publicado en:
Trabajos de Prehistoria vol. 30 Págs.: 1-44 y XVII láminas. Año: 1973. Instituto Español de Prehistoria, del C.S.I.C. Madrid.
En esta reseña se hace solo mención de algunos fragmentos de la publicación, en lo referente a la autoría del plano publicado en ella.

PERE PLANA PANYART.

Un plano apócrifo.


Un día del verano de 1972, me vino a buscar Joli para que les acompañara a él y a César Liz, a "topografiar" una cueva en la provincia de Santander. Por el camino, montados en su Dauphine mis colegas con sus parejas y yo, Joli nos fue contando, mientras conducía, los detalles del descubrimiento de la cueva que íbamos a ver, realizado por un informador de Martín Almagro, natural de la zona de Rionansa.
Nos contó también las circunstancias especiales en las que estaba nuestro Grupo Edelweiss, con un montón de descubrimientos arqueológicos hechos en Ojo Guareña y en Atapuerca, para los que se precisaba llamar la atención de los peces gordos de los organismos que manejaban los posibles a nivel estatal y conseguir su apoyo oficial. Martín Almagro era entonces la cabeza de la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas y era evidente que se necesitaba estar a bien con él.
Casa en la orilla del embalse, donde embarcamos.
Las mujeres de César y Joli se quedaron en la playa de San Vicente de la Barquera, y nosotros tres fuimos hasta Rionansa donde nos encontramos con Manuel de Cos Borbolla, el informador de Martín Almagro. Este nos llevó hasta la orilla del embalse de la Palombera, donde embarcamos para atravesarlo, y amarrando al otro lado, llegamos a la boca de la cueva, donde pasamos el resto de la jornada haciendo yo la topografía encargada, y siendo eficazmente ayudado por César, Joli y Manuel de Cos.

Hice el plano, con todo el esmero que la especial circunstancia requería y de la que Joli supo mentalizarme, pidiéndomelo encarecidamente. Se lo entregué a él a los pocos días y nada más supe de aquella historia.

Pasaron más de cuatro años, y en un viaje a Madrid en Noviembre de 1976, estuve rebuscando y descubriendo nuevas publicaciones de espeleología, en La Tienda Verde. Allí me llevé una sorpresa al encontrar un pequeño volumen de Trabajos de Prehistoria con autoría de Martín Almagro, titulado Las pinturas y grabados rupestres de la Cueva de Chufín. Riclones (Santander), publicado en 1973. En él estaba mi plano.
El plano original era grande, cercano al formato A1. Para imprimirlo en una sola hoja doble de la publicación, quien lo maquetara, recortó en dos partes una larga secuencia de secciones transversales, que en origen estaban emplazadas cada una a su altura relativa, y las distribuyó a su aire y con el mayor ahorro de espacio, tanto, que eliminó por completo la carátula de texto en la que yo había expresado la identificación de la cueva, su situación y los nombres de quienes habíamos participado en el trabajo de levantamiento topográfico, y firmando yo, naturalmente, como autor. El plano así publicado era mudo. Martín Almagro le puso el pie.

Plano publicado.
La rotulación vertical de la esquina inferior-izquierda, no figura en la publicación y la ha agregado posteriormente el propio autor de esta nota.


En el texto del trabajo, prolijo en agradecimientos, había también un notable olvido, como fruto, quizá, de la pérdida de la carátula. Y una clara y falsa atribución de la autoría del plano. Cualquiera reconocerá, habiéndolo visto, que era habilidoso el señor Almagro, haciendo "topos", sin menoscabo de otros méritos. Otro olvido que me parece insoslayable, es el de la aportación profesional del componedor de la imprenta que, tras obtener la plancha de cinc con la reproducción del plano, tuvo que recortarla y recomponer el rompecabezas que se publicó, claveteando los diferentes trozos sobre un soporte, seguramente de madera. Fue un trabajo muy fino, dentro del desquiciado encargo que recibió.


Yo siempre había mirado con simpatía, desde mi emplazamiento espeleológico, el mundillo de la arqueología, hacia el que Joli nos atraía por su especial dedicación y sus hallazgos espectaculares. Pero el resultado de aquella experiencia de colaboración, que no fue única, pues muchas otras habrían de venir, no ayudó precisamente a mi captación para la causa. Me tocó muchas veces hacer de negro pero, indudablemente, aquellos eran tiempos en los que nos habían enseñado a trabajar para lo que fuéramos útiles, sin preguntar de antemano por las reglas del juego en el que andábamos metidos. Hoy, las cosas se hacen de forma muy distinta. Salvo casos raros, ni los becarios ni los meritorios se lanzan a ejercer un trabajo de colaboración, sin haber firmado antes un contrato, y nunca se entrega un papel o un disco sin haberlo registrado. Lo que se puede esperar está casi siempre regulado. Y las reglas, casi en todo, han mejorado los tiempos.

Puede haber también otra diferencia: la de que hoy en día este tipo de trabajos, por lo general, se cobran.

El autor de esta página
correo-e: Pere Plana
Los dos planos siguientes (Planta y Secciones transversales), se han incorporado a esta entrada el día 3/02/2013.

Minuta topográfica de la Cueva de Chufín. Planta.

Minuta topográfica de la Cueva de Chufín. Secciones transversales.


Pere Plana Panyart, 10/04/2010; actualizado: 3/02/2013..

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